Y, como una imagen vale más que mil palabras, empezamos por "El Principito", un joven ejemplar de jilguero que no recela lo más mínimo de cámaras y flashes:
Claro que las madres no pierden ojo de lo que pueda suceder por arriba...
Por detrás...
O por delante. El asunto es no perder de ojo ni al pollo ni a eso brillante que le sigue a todas partes emitiendo destellos cada poco.
Claro que, a veces, eligen los peores sitios para colocarse y entonces, se descubre "el pastel" de los posaderos... (Una idea fusilada de Javier Milla: www.javiermilla.es).
Otro que ha aparecido de nuevo es mi amigo "El Desencolado". Le llamo así por su completa ausencia de plumas en la cola. No parece afectarle mucho!

Su primo.
Y un viejo conocido.
Otro más... siempre tan serio y "circunspeto".
Mañana, más... pero, antes, la explicación de los extraños brillos que se ven en algunos ojos: tres flashes situados encima del hide. Uno de ellos, está conectado a la cámara con un cable y, a su vez, a los otros dos con sendos triggers; el del medio hace de controlador de los otros dos. Es la primera vez que los pongo y habrá que practicar más hasta cogerles el tranquillo. Saludos.
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