domingo, 31 de mayo de 2015

Primeros frutos del bebedero nuevo

Aprovecho la tarde de este magnífico domingo (de la Santísima Trinidad y de la Visitación de la Virgen, nada menos), para colgar unas cuantas fotos que hice ayer en la localización de siempre.
La semana pasada, un grupo de amigos y yo, colocamos un bebedero nuevo, de buen tamaño, y nos quedó la duda de si los pájaros se acostumbrarían al cambio o no. Normalmente, en esto del pajareo a la espera y desde un aguardo fijo, hay que hacer los cambios poco a poco y de manera muy gradual. No vale eso llegar y cambiarlo todo, porque los bichos recelan de las novedades.
El caso es que llegué a eso de la amanecida, coloqué los trebejos (trípode, flashes, etc.) y me dispuse a esperar lo necesario. Y, ente mi sorpresa, los pájaros decidieron bajar enseguida; señal cierta de que la adaptación ha sido completa.
Y, para no cansar más al único lector que tengo, dejo en paz las teclas y subo las fotos como el que lanza un mensaje al mar dentro de una botella (el mensaje, no el mar).















 Sí, a este pobre pardillo de arriba parece que le falta un "cacho" de la cabeza, pero sólo las plumas. Por detrás está mondo y lirondo como un huevo. Se nota que le han dado un buen susto recientemente, porque aún conserva las heridas a medio cicatrizar :-(

Algunas fotos están casi sin procesar, según salieron de la cámara, y por eso no son tan vistosas como las de la paloma, por ejemplo, pero voy un poco liado. Hago propósito de la enmienda y espero que os gusten.
Si has llegado hasta aquí, te mando saludos desde el Borde Exterior del Sector Arkanis.

jueves, 21 de mayo de 2015

Dos especies diferentes

Después de un largo silencio, hoy me animo a escribir un par de líneas para hablar de dos especies de Tarabillas que, por estas fechas, se disputan el territorio del bebedero que tenemos instalado en la finca de unos amigos: la Tarabilla común (Saxicola rubicola) y la Tarabilla norteña (Saxicola rubetra).
La primera es habitual y nidificante en Baleares, pero la segunda es ave de paso estival en los períodos migratorios.
Lo curioso del asunto es que, por lo que hemos observado,  ambas suelen coincidir en la misma finca y en las mismas fechas, como poséis ver en las siguientes fotografías.
Las damas primero:

Hembra de Tarabilla común

 Hembra de Tarabilla común

 Hembra de Tarabilla norteña

 Hembra de Tarabilla norteña

Y ahora los caballeros.

Macho de Tarabilla común

 Macho de Tarabilla común

Macho de Tarabilla norteña

Macho de Tarabilla norteña

En la web de la SEO explican que la Tarabilla norteña es:
Pájaro pequeño, de aspecto compacto. Es similar a la tarabilla común, pero con garganta clara, ceja blanca, y cola blanca y con banda terminal ancha y negra. Los machos resultan más vistosos que las hembras, con garganta, pecho y flancos ventrales de color anaranjadorojizo, y píleo y mejillas más oscuras. Las hembras presentan generalmente una coloración más pálida y menos intensa y contrastada.
Por su parte, en esa misma web explican que la Tarabilla común es:
Túrdido de pequeño tamaño y aspecto regordete, con cabeza redondeada, alas y cola cortas y de color oscuro, y manchas blancas en la zona escapular, muy visibles en vuelo. Los machos lucen un diseño muy vistoso (dibujo 1), en el que la cabeza negra contrasta con el pecho anaranjado, y el obispillo blanquecino confronta con la cola oscura en los adultos. Las hembras y los jóvenes muestran un diseño similar al macho, aunque son más pardos (dibujo 2). Esta ave gusta de posarse en lugares prominentes y tiene un vuelo rápido y directo, con fuerte batido de alas.
En cualquier caso, ambas especies nos han proporcionado muy buenos momentos fotográficos o de simple observación, porque su comportamiento es bastante confiado (salvo cuando disputan por el territorio). Entran con frecuencia a los posaderos, se toman unos baños espectaculares y, cuando salen mojadas como esponjas, resultan de lo más simpáticas.
A estas alturas de la temporada, las norteñas han seguido ya su largo viaje hacia las tierras que les dan el apellido, y han dejado el campo libre a las locales; que pronto nos visitarán acompañadas de la nidada volantona. Los padres (como siempre) vigilando de cerca los primeros y titubeantes baños de su reciente prole.
Un saludo a tod@s y gracias por pasar.