lunes, 23 de abril de 2012

Maestros de vuelo (II)

  Decíamos ayer que a un grupo de amigos nos dio el "punto" de fotografiar a los Milanos reales (Milvus milvus). Aprovechando un par de fines de semana y un buen terreno en la finca de un amigo, montamos un "aguardo" con cuatro hierros y una cubierta de brezo, de las que se utilizan en jardinería.
Unas cuantas carcasas de pollo compradas en el Super (para los milanos), y unas sillas (para los fotógrafos) hicieron el resto.
En los primeros intentos, no hubo forma de que bajara nada... ni los mirlos.
Y, como la paciencia todo lo alcanza, al cabo de un par de semanas empezaron a llegar los primeros invitados.
Al principio se mostraban un tanto recelosos, pero pronto comenzaron a darnos pasadas a baja altura.

   Las mejores imágenes, en mi opinión, son las que combinan algo de dinamismo en la postura del ave y un cielo matizado por algunas nubes de fondo, de manera que el milano se perfile sobre el fondo para mostrar el variado color de sus enormes alas. Esta foto que os pongo a continuación es una de mis preferidas.
 En la siguiente foto, el milano estaba planeando sobre las carcasas de pollo que le poníamos como cebo y, de repente, realiza un giro repentino y comienza un picado vertiginoso hacia su objetivo. Algo así como un caza en ataque al suelo. "Tally-ho!!"
  Otras veces, se quedaban "quietos" en el aire; como si flotaran. Un ligero movimiento en las puntas alares, o un leve giro de su cola, les permitían realizar esas acrobacias; y siempre con los ojos fijos (clavados) en el suelo, controlando permanentemente el trozo que habían elegido. En la siguiente imagen se intuye algo de lo que quiero decir.
  Claro que, si el color de sus plumas es bonito por abajo, cuando los vemos en vuelo coronado la cosa es espectacular. Si antes combinaban los marrones, blancos, grises y ocres; ahora nos sorprendes con blancos, negros, grises y marrones tostados. 
 Algunas "diagonales" cuando inician un lento vuelo de planeo circular dejan fotografías muy resultonas, como la de abajo.
  Algunas veces resulta algo complicado seguirlos a través del objetivo de la cámara porque, a medida que se van acercando, crecen y crecen hasta llenar por completo el visor. Consejo: No dejar de apretar el botón de disparador. En algunos casos pueden salir algunos "petardos fotográficos", pero otras conseguiremos verdaderos retratos...
Continuará...

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