
Uno de los principales problemas que arrastra la joven democracia española es el de la absoluta confusión de los tres poderes constitucionales: legislativo, ejecutivo y judicial.
Y lo peor de todo es que, con el paso de los años, los socialistas han empeorado la situación; y se ha cumplido con la profecía que hizo Alfonso Guerra: a la España constitucional de los años 70, ya no la conoce ni la madre que la parió.
Algunos pueden pensar ingenuamente que el empeño por laminar la separación de poderes sólo es una “pedrada mental” del optimista patológico que habita en el Complejo de
De hecho, el último episodio protagonizado por el Ministro Sebastián y
En los países civilizados y con siglos de parlamentarismo democrático a las espaldas, en el Parlamento manda su Presidente, y se hace los que ordena el Reglamento. Salvo en el español. En las Cortes manda el Presidente del Gobierno y sus Ministros hacen impunemente lo que les da la gana.
El día en que
Y el ministro Sebastián (o el que esté de turno) se fumara un puro, y se ciscará impunemente en el Reglamento de las Cortes. Con un par...